domingo, 21 de septiembre de 2008

la función del viernes

Hubo gente. Éso estuvo bueno.

No fue una función maravillosa, pero sí con oficio.

Estuvo Ruy y su pareja, Celeste. Me hace bien que haya gente querida de Santa Fe. Me hace bien que vayan a ver mis trabajos y verlos mientras estoy en escena. Más por lo que dice el texto.

Por otro lado, fue una función sorprendentemente extraña para Ara y para mí. Para Stella y Marta, fuera de escena, también. Estaba una persona muy importante para nosotros que nos sorprendió - y sí, nos angustió - con su indiferente energía. No voy a decir acá quién. Su rechazo como público nos hizo mal desde la escena. Ara y yo tuvimos que remar contra esa energía.

Esto también forma parte de nuestro arte. Actitudes de colegas y gente querida que nos enmudecen, nos paralizan, nos duele. Sucede aquí. Ha sucedido en Santa Fe. Esto también, insisto, forma parte del teatro y su ética. Ver a nuestros compañeros, actores, directores; ver sus trabajos y respetarlos es algo que también se aprende en el ejercicio teatral. Obviamente yo también me equivoco y me he equivocado al respecto. Pero, considero, creo, que nunca lo hice premeditadamente porque creo en ciertos códigos.

Esto también hace a la calidad del artista.

A veces, desde la escena, uno termina de conocer al otro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría seguir actuando de por vida, poara seguir conociendo a la gente . . .

Anónimo dijo...

Araceli