domingo, 15 de febrero de 2009

el regreso a los ensayos de "Yago, escena para un crimen"

Todo va marchando.

En este momento - luego de terminar el año con Otelo montado -, estamos estacionándonos escena por escena. Soy bastante insoportable y me da un mal reflejo en el cuerpo el hecho de ver una pasada y saber que lo que estoy viendo no es lo que quiero con exactitud. Por eso, para que las actrices - mis aguantadoras - no se lleven luego de un ensayo un gesto mal disimulado, es que estamos en esta instancia del proceso en la que nos detenemos. Ellas también lo agradecen.

Estoy preocupado por la anécdota. Si contamos lo que debemos contar. Hay que llegar a la tragedia. Para llegar a la tragedia, deben ir atándose esos hilitos finos, invisibles que de pronto se convierten en un ovillo enmarañado que la única forma de desenredarlo es prendiéndole fuego. Están esos hilitos? mmmm...

Quiero ensayar. Quiero ensayar. Todo me parece poco.

("todo va marchando", Edgardo...)

No hay comentarios: